Preferiría irme de viaje
y que la luna fuera un diamante,
correr por todo el valle
bajo los picos sagrados
y perderme en ese bosque.

Con sus árboles
de hojas prismáticas
y su luz de mil colores,
cuyos nombres desconozco.

Cuando sea hora, esperaré
junto a la fuente legendaria
a ver la forma reflejada
en sus aguas cristalinas.

Y si creés que ya estoy listo
me llevarás hasta ese abismo,
donde el río de nuestro sueños
se une con los otros.

Querré nadar en ellos
y la cascada de agua blanca
podrá llorar, podrá rogar
podrá usar toda su lógica.

Mencionar lo que he aprendido
para mí no vale nada,
al final se dará cuenta
que no nací para seguirla.

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El cojo del bosque sacrílego

Soy el idóneo, el ídolo retrasado
y bajo un pie casi reivindico mis derechos,
los de mi bestia que me debe todo,
incluso el corazón, los de mi nariz
demasiado corta para ser una pierna...

este mundo es ágil!

También cojeo a falta de otras cosas,
aunque podría hacerlo mucho mejor